J’adore de Christian Dior (1999) es un ícono floral que encarna la feminidad, la sofisticación y el glamour en su máxima expresión.
Abre con un bouquet jugoso de magnolia, melón, durazno, pera, bergamota y mandarina, que despiertan una frescura cálida y envolvente.
Su corazón despliega un ramillete de nardos, ciruela, violeta, orquídea, fresia, jazmín, lirio de los valles y rosa, donde el jazmín, conocido como oro blanco de Grasse, brilla por su sensualidad.
El final, en almizcle, vainilla, cedro y zarzamora, añade profundidad y una estela dulce y aterciopelada.
Con un perfecto equilibrio entre dulzura y frescura, J’adore sigue siendo una declaración atemporal de elegancia y encanto femenino.